Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que, en todo el mundo, 325 millones de personas sufren hepatitis B y/o C. Por ello, en Alemana Seguros queremos que conozcas en detalle las causas, síntomas, opciones de tratamiento y cómo prevenir el contagio de la hepatitis.
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis?
Los síntomas de la hepatitis pueden variar según el tipo y la gravedad de la enfermedad. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Fatiga y debilidad generalizada.
- Pérdida de apetito y peso.
- Dolor abdominal y sensación de hinchazón.
- Orina oscura y heces de color claro.
- Ictericia, que se manifiesta por la coloración amarillenta de la piel y los ojos.
- Náuseas y vómitos.
- Fiebre y dolor muscular.
¿Qué es la hepatitis?
El hígado es un órgano vital que realiza funciones esenciales, como el procesamiento de nutrientes, la desintoxicación del cuerpo y la producción de proteínas. La hepatitis es una afección que se caracteriza por la inflamación de este órgano. Cuando se inflama, su capacidad para funcionar correctamente se ve afectada, dando lugar a diversas complicaciones de salud.
¿Cuál hepatitis es la más mortal?
La hepatitis C (VHC) es considerada la forma más mortal de esta afección. Puesto que, tiene una mayor tendencia a volverse crónica, llevar a complicaciones graves y potencialmente mortales a lo largo del tiempo. De igual forma, todos los tipos de hepatitis son considerados de alto riesgo si no se tratan de forma adecuada.
Además de la hepatitis (VHC), existen varios tipos, cada uno causado por diferentes virus y factores. Ellos son:
- Hepatitis A (VHA): Se transmite a través del consumo de alimentos o agua contaminados por heces infectadas. También puede propagarse de persona a persona en condiciones de higiene deficiente. Por lo general, es una forma aguda de hepatitis y no suele volverse crónica.
- Hepatitis B (VHB): la hepatitis B se transmite a través del contacto con fluidos corporales infectados, como la sangre, el semen, de madre a hijo durante el parto y las secreciones vaginales. Esta afección puede llevar a complicaciones graves como cirrosis o cáncer de hígado.
- Hepatitis D (VHD): Este tipo de hepatitis es causado por el virus de la hepatitis D, pero solo puede ocurrir en personas que ya están infectadas con el virus de la hepatitis B. La transmisión es similar a la hepatitis B, a través de contacto con fluidos corporales infectados.
- Hepatitis E (VHE): Se transmite comúnmente a través del consumo de agua contaminada con heces infectadas, especialmente en áreas con saneamiento deficiente. Aunque puede ser aguda, la hepatitis E generalmente se resuelve por sí sola y rara vez se convierte en crónica, excepto en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
- Hepatitis Alcohólica: Esta forma de hepatitis se desarrolla debido al consumo excesivo y prolongado de alcohol, lo que puede dañar el hígado y causar inflamación. Si no se controla, puede progresar a cirrosis y otras enfermedades hepáticas.
- Hepatitis Autoinmune: En este tipo, el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error las células del hígado, causando inflamación y daño hepático. La causa exacta de la hepatitis autoinmune no se comprende completamente, pero puede estar relacionada con factores genéticos y ambientales.
¿Qué tengo que hacer si tengo hepatitis?
El tratamiento de la hepatitis depende del tipo y su gravedad. En caso de que sea una infección aguda, generalmente se recomienda descanso, dieta equilibrada y mucha hidratación para ayudar al cuerpo a combatir la infección.
Mientras tanto, las personas con hepatitis crónicas, como la B y C, pueden prescribirse medicamentos antivirales para controlar la propagación del virus y reducir el daño hepático. En casos de hepatitis alcohólica, es esencial abstenerse completamente del alcohol y recibir apoyo médico y psicológico para superar la adicción.
¿Cómo evitar el contagio de hepatitis?
La prevención es clave para reducir el riesgo de contraer esta enfermedad. En este sentido, te entregamos algunas medidas importantes a considerar:
- Vacunarse contra la hepatitis A y B puede proporcionar una protección efectiva contra estos virus.
- Asegúrate de no compartir agujas.
- El uso de condones y barreras de protección puede ayudar a prevenir la transmisión de esta enfermedad durante las relaciones sexuales.
- Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer o después de ir al baño.
- Limitar o evitar por completo el consumo de alcohol
- Seguir las indicaciones médicas y tomar medicamentos solo cuando sea necesario, además de evitar la exposición a toxinas ambientales, ayudará a proteger el hígado.
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