El golpe de calor es una de las consecuencias más graves de la exposición prolongada al calor. Si disfrutas de actividades al aire libre, es importante conocer cómo prevenir esta afección y mantenerte saludable incluso en los días más calurosos.
Aquí, en nuestro blog Vive Seguro, te entregamos consejos prácticos para evitar el estrés térmico, una condición peligrosa que afecta la capacidad del cuerpo para regular su temperatura.
El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo no logra regular su temperatura interna, alcanzando niveles peligrosos superiores a 40 °C.
Esta situación puede derivar de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico excesivo bajo el sol. Reconocer los primeros síntomas es crucial para evitar complicaciones graves.
El agotamiento por calor es una etapa inicial que puede preceder al golpe de calor. Sus síntomas incluyen sudoración excesiva, piel fría y húmeda, debilidad, mareos y náuseas.
Si no se aborda a tiempo, puede evolucionar a un golpe de calor, que es más grave y se caracteriza por una fiebre alta, alteraciones neurológicas y piel seca o extremadamente caliente.
Fiebre alta (superior a 40 °C).
Piel caliente, seca o con sudoración excesiva.
Mareos, confusión o pérdida de conciencia.
Náuseas, vómitos y dolor de cabeza.
Si notas alguno de estos síntomas, es esencial actuar de inmediato y buscar atención médica.
El agua fresca es fundamental para regular el calor corporal. Asegúrate de beber suficiente agua antes, durante y después de realizar actividades al aire libre.
Evita las bebidas alcohólicas y con cafeína, ya que pueden deshidratarte más rápido.
Opta por prendas ligeras, de colores claros y tejidos transpirables para regular la temperatura corporal. Los sombreros de ala ancha y gafas de sol también son aliados clave para protegerte del sol directo.
Aplica protector solar con un factor de protección de al menos 50 y aplícalo cada dos horas. La exposición sin protección no solo aumenta el riesgo de golpe de calor, sino también el daño solar a largo plazo.
Planea tus actividades al aire libre temprano en la mañana o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más bajas.
Si debes exponerte durante el mediodía, busca sombra regularmente y limita el esfuerzo físico.
Tomar pausas frecuentes bajo sombra o en áreas ventiladas ayuda a tu cuerpo a regular su temperatura y evita el agotamiento por calor.
Si tú o alguien más experimenta síntomas de golpe de calor:
Traslada a la persona a un lugar fresco y sombreado.
Retira el exceso de ropa para facilitar el enfriamiento.
Aplica compresas de agua fría en el cuello, las axilas y la ingle.
Llama al servicio de emergencias inmediatamente.
La atención temprana puede marcar la diferencia y evitar complicaciones graves.
El estrés térmico es un riesgo latente durante las actividades al aire libre en climas calurosos.
Sin embargo, con medidas simples como mantenerte hidratado, usar ropa adecuada y evitar las horas de mayor calor, puedes disfrutar del verano de manera segura.
Protegerte del sol no solo cuida tu salud, sino que también te permite seguir disfrutando de tus actividades favoritas sin contratiempos.
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